Obsolescencia Programada

Actualizado el 9 de mayo de 2021 por Manuel Sánchez Martín 

La Obsolescencia Programada llega a su fin. En el año 2022 una Directiva Europea va a obligar a los fabricantes que quieran vender sus Electrodomésticos en Europa a cumplir ciertos requisitos. Sin estas directrices los productos electrónicos que no cumplan ciertos parámetros no podrán ser comercializados en la UE.

Evitar que nuestros Electrodomésticos se queden obsoletos en pocos años es tarea de todos, fabricantes, administración, servicios técnicos y usuarios tenemos que tener conciencia Eco para evitarlo.

Se producen Millones de Toneladas de residuos al día por la retirada de aparatos electrónicos con muy pocos años de vida, ya sea por una rotura temprana, una falta de actualización o por el simple hecho de que ha salido al mercado un nuevo producto más atractivo.

¿Que es la Obsolescencia?

La obsolescencia es la fecha de caducidad de las cosas, es la durabilidad de un producto antes de que sea irreparable o inutilizable.

¿Que tipos de Obsolescencia hay?

Existen diferentes tipos de Obsolescencia que además son diferentes entre sí, cada uno está relacionado con el tipo de producto son:
Programada
De deseo
Percibida
Psicologica
Funcional

¿Es legal la obsolescencia programada?

Realmente hay un vacío legal y muy poca legislación vigente que prohíba está práctica por parte de los fabricantes.

El Chip de la Obsolescencia Programada

¿Existe un Chip que estropea los electrodomésticos cuando llegan a un tiempo de uso? Existe una creencia popular de que los fabricantes de aparatos electrónicos, se piensa que colocan un Chip en sus productos para que después de un tiempo de uso, estos empiecen a dar problemas o simplemente se estropeen sin solución.

Esta afirmación se basa en un estudio que se realizó en impresoras ya que se observó que dejaban de imprimir bien «misteriosamente» al cabo de un tiempo y que era imposible su reparación.

La realidad es que los fabricantes no colocan este tipo de chips en sus aparatos electrónicos. Lo que si esta comprobado es que los componentes que utilizan para la fabricación de sus productos tienen una «fecha de caducidad».

Una duración determinada al desgaste que está perfectamente estudiada y con una tolerancia aproximada que les permite saber cuánto tiempo más o menos puede durar ese componente sin romperse.

En este punto es donde juega un papel importante la marca y la calidad del producto y donde el precio que va a pagar el cliente más se va a notar.

No se puede entender que un producto de alta calidad con un precio elevado tenga la misma durabilidad que un producto mucho más económico y con componentes de baja calidad.

La lucha en España contra la obsolescencia programada

El Ministerio de consumo y transición Ecológica, lleva tiempo inmerso en un proyecto al que se bautizó con el nombre de Índice de Reparabilidad. Con este índice se quiere clasificar los electrodomésticos y los aparatos electrónicos, por una mejor o peor opción de poderse reparar.

Estos serían diferentes factores que mejoren o empeoren su durabilidad o facilidad de reparación. Por ejemplo, la disponibilidad de piezas de repuesto, la facilidad en el desmontaje o la relación entre el precio de los recambios y del producto original.

Consumo va a puntuar cada aparato con una puntuación que irá del 0, para los aparatos menos «reparables» y 10 para los que cumplan al máximo con todas las indicaciones. Esto permitirá al futuro comprador que pueda decantar su elección a uno u otro producto.

Incentivaremos a los fabricantes para que pongan más atención a la «reparabilidad de sus productos»

Para así incrementar la durabilidad de los bienes en la lucha contra la obsolescencia y reducir el impacto en el medio ambiente

Alberto Garzón

La reparación de Electrodomésticos cobra una nueva vida. Ya que si antes los fabricantes estaban obligados a tener piezas de recambio durante solamente cinco años, ahora ha aumentando hasta los diez años. Además de tener que facilitar en todo lo posible,el acceso a información al respecto de cómo poder reparar ese producto.

Directiva Europea contra la Obsolescencia

¿Que dice entonces la nueva directiva Europea? Lo que propone Europa en esta directiva es que el usuario tenga más facilidad para la reparación de su aparato electrodoméstico.

Obligar a los fabricantes a fabricar sus productos de una manera que sean más sostenibles, más fáciles de reparar y que tengan por obligación stock de repuestos durante mínimo 7 o 10 años.

Está directiva puede que se quede muy corta si no va aparejada de otras medidas más contundentes y que limiten los precios de esos recambios ya que para la mayoría de los usuarios, lo que les motiva a no reparar su electrodoméstico es el alto coste de las reparaciones.

El ciclo de la Obsolescencia Programada

El ciclo de la Obsolescencia Programada empieza desde el diseño del producto, hoy día se busca un diseño que sea fácil de producir y que suponga el mínimo coste en la fabricación, lo que conlleva que muchos de sus componentes sean irreemplazables o imposibles de sustituir.

La imposibilidad de poder reparar un aparato electrónico ya sea por una falta de recambio o por un coste muy elevado de la reparación es la principal razón que lleva a un cliente a retirar un producto.

La Directiva Europea pretende dar al usuario el «derecho a reparar« con unas normas que obliguen a los fabricantes a tener como mínimo materiales, repuestos y recambios durante un plazo de 10 años.

La obsolescencia programada es uno de los males tecnológicos de la época que vivimos. La era del «usar y tirar» es un lastre para nuestro planeta y es una de las razones para establecer está medida.

Para favorecer que se sigan fabricando nuevos modelos de aparatos electrónicos, los fabricantes intentan evitar que su vida útil sea durarera y así obligar a los usuarios a renovarlo antes de tiempo.

Tipos de Obsolescencia

Las empresas de fabricación de tecnología usan varios métodos para conseguir una Obsolescencia temprana.

  • De deseo
  • Percibida
  • Psicológica
  • Funcional

Obsolescencia de Deseo

En este caso el mayor ejemplo está en la moda, sobre todo en la textil (ropa y complemetos). Llevar lo último en moda acarrea la compra de prendas nuevas cada poco tiempo y retirar la antigua.

También se podría situar en esta categoría a la telefonía móvil, cada vez que una gran compañía presenta su último modelo, miles de fans corren a las tiendas a comprarlo.

Obsolescencia Percibida

La Obsolescencia Percibida al igual que por Deseo, es la percepción del usuario a querer lo último que lanza el fabricante sin que el producto que el usuario ya posee se haya deteriorado.

Apple es el Rey de este supuesto y sus millones de fans son su mayor ejemplo, cada nueva versión del iPhone mueve a sus usuarios a «necesitar» poseer la última versión del teléfono.

Obsolescencia Psicologica

Ligado a los dos anteriores tenemos a la Obsolescencia Psicologica, no es más que la falsa creencia que se crea el propio usuario para autoconvencerse de tener que sustituir su antiguo aparato por uno nuevo sin haber agotado su tiempo de vida útil.

Obsolescencia Funcional

Ya sea por capacidad de memoria o por bajo rendimiento, los aparatos electrónicos tienen una «fecha de caducidad». Cada salto generacional deja atrás al poco tiempo a la generación anterior.

Hay muchos ejemplos en la historia de este tipo de obsolescencia, por ejemplo en el caso del almacenamiento. El disco de 3,14 pulgadas substituyo al cassette, el CD ROM hizo lo propio con el, seguidamente el DVD…

Cada vez las Aplicaciones Informáticas y los Programas ocupan mucha más memoria y necesitan más recursos para su correcto funcionamiento esto provoca que los ordenadores o teléfonos necesiten mejor hardware para seguir funcionando.

En cualquiera de estos tipos la idea es que la vida útil de los productos sea la mínima posible para seguir fabricando y vendiendo productos.

¿Quién es el Culpable de la Obsolescencia Programada?

El sistema Económico en el que vivimos ha traído consigo una vorágine consumista que tiene difícil solución. El deseo por tener lo mejor y último del mercado trae consigo que los fabricantes de productos electrónicos tengan que sacar cada pocos meses productos más novedosos.

El usuario es uno de los culpables de este problema, es el que demanda a las compañías aparatos más innovadores y no duda en retirar el producto anterior en poco tiempo.

La tecnología avanza a pasos muy rápidos y deja las generaciones anteriores obsolestas o desfasadas en muy pocos meses, lo que dificulta que estos productos puedan poder actualizar su software.

Tampoco hay que satanizar a las empresas, son millones de puestos de trabajo en toda Europa los que generan, tanto directa como indirectamente la producción de productos electrónicos de consumo.

No solo los fabricantes, también dependen los puestos de trabajo de la distribución, logística, comercio, publicidad…. toda una cadena de trabajadores que viven de la venta de este tipo de productos.

Se debe encontrar un equilibrio entre la durabilidad y sostenibilidad de los productos y una fabricación que minimice la perdida de empleos.

Ventajas y Desventajas de la Obsolescencia Programada

Como todo en la vida la obsolescencia tiene también ventajas y desventajas y lo que es una cosa buena para el consumidor lo es malo para la industria.

Los Pros y Contras de que la tecnología tenga una vida limitada repercuten tanto en unos como en otros.

Una ventaja de la Obsolescencia de la tecnología es que los productos van a mejorar en prestaciones en poco tiempo y las empresas pueden seguir innovando, la contraprestación de esto es que los clientes tienen que volver a tener que invertir en un producto nuevo en menos tiempo.

Otro de los puntos de vista a analizar es la cuestión de los puestos de trabajo. La obsolescencia programada fomenta la producción, distribución, venta y todo lo que acarrean los productos electrónicos.

Si los productos tuvieran una vida útil muy larga muchos de estos puestos de trabajo se perderían.

¿Que solución hay para la Obsolescencia Programada?

Esta Directiva Europea va encaminada a buscar una solución a este problema, pero solamente se apoya en la cuestión de la ecología para su desarrollo.

Para una solución más realista habría que pensar en una gestión circular donde no solo los fabricantes tengan que dar la solución al problema.

Unas reparaciones más económicas por parte de los servicios técnicos, con unos precios en los repuestos más acordes con la realidad y con un IVA más reducido.

La fabricación con el máximo porcentaje posible de materiales reciclados y la gestión total del aparato cuando ya llega al final de su vida útil. Consiguiendo así volver a poner en la línea de fabricación la mayor cantidad de materia prima reciclada.

Ampliar a cinco años la garantía de los componentes y piezas de los aparatos para garantizar que el fabricante usa materiales de calidad y fáciles de sustituir que eviten que se estropeen con facilidad

Y por último concienciar a los usuarios de que lo más recomendable, rentable y ecológico suele ser la reparación antes que la compra de un aparato nuevo.