La Etiqueta Energética ¿Nos engañan?

Actualizado el 2 de junio de 2021 por Manuel Sánchez Martín 

¿Conoces que es la Etiqueta Energética? ¿Entiendes que significan todas esas letras y números? ¿Es cierta toda la información que nos dicen? Si tienes dudas sobre la Etiqueta Energética lee atentamente todo este post.

Desde el año 1992 la Unión Europea mediante la directiva 92/75EC, lanzó un etiquetado para todos los aparatos electrodomésticos y otro tipo bienes de consumo para introducir al usuario final información necesaria sobre la eficiencia energética del producto que estaba comprando.

Dicho etiquetado informativo se implementó mediante otras directivas para la obligatoriedad de que todos los electrodomésticos deban disponer de una etiqueta energética de la Unión Europea visible a la hora de comprar o alquilar un producto.

¿Que significan las Etiquetas Energéticas?

Esta basada en una clasificación con letras mediante una escala de la A a la G, siendo «A» la más eficiente y «G» la menos eficiente. Además también proporcionan otros datos de interés para que el comprador pueda decidir elegir entre diferentes modelos o marcas. Esta información debe mostrarse además en catálogos y en los sitios web de los vendedores.

Debido a los avances en las tecnologías para la eficiencia energética se han introducido las clasificaciones «A+», «A++» y «A+++» y en 2010 el diseño de la etiqueta se modificó para su uso con pictogramas en lugar de palabras.

La finalidad es que se pueda usar la misma etiqueta en todos los países de la Unión Europea y se pueda entender por todos. A raíz de esos cambios la Directiva 92/75/EC se sustituyó por la Directiva 2010/30/EU que entró en vigor el 31 de julio de 2011.

En marzo del 2021 entrará en vigor un nuevo reglamento europeo de etiquetado energético que afectará a lavavajillas, lavadoras y secadoras, frigoríficos, lámparas, pantallas electrónicas y frigoríficos industriales. Esta nueva directiva endurecerá más los requisitos y los controles.

No solo mostrarán el consumo de electricidad del aparato, sino también pictogramas más intuitivos que indicarán el consumo de agua, la emisión de ruido o la capacidad de almacenamiento del electrodoméstico. Se les va a añadir también un código QR que permitirá consultar información adicional para poder comparar productos en la base de datos europea EPREL.

Las nuevas Etiquetas Energéticas van a ser mucho más sencillas de entender y la eficiencia irá en una escala de mayor a menor de la A a la G, y se suprimirán las actuales A+, A++ y A+++.

¿Son Reales los datos de la Etiqueta Energética?

El Tribunal de Cuentas dicta en un informe que realizó la Comisión Europea en el 2019, donde estimó que entre un 12 y un 21% de los productos que se comercializa no cumplen la normativa. Con lo que esto supone un impacto negativo en lo que ahorro de energía se determina, además del engaño que esto conlleva al usuario final.

Este informe cifró que la eficiencia energética perdida de casi un 10% es aproximadamente el equivalente al consumo anual de electricidad de un país como España.

¿Nos están engañando con las Etiquetas Energéticas?

Los ensayos de laboratorio que realizan algunos Estados miembro para comprobar si los productos se ajustan a los requisitos en materia de etiquetado energético.

«demostraron que el incumplimiento de la legislación es un problema significativo» concluye el tribunal. Así, por ejemplo, resultó que el 20 % de los frigoríficos sometidos a ensayos de laboratorio lucían una etiqueta incorrecta, o sea, que no se correspondía con su consumo real.

Pues realmente no nos están engañando o mintiendo con estas Etiquetas Energéticas, pero como pasa en multitud de certificaciones, los datos obtenidos en las pruebas que se les realiza en los laboratorios, son muy diferentes al manejo real por parte del usuario final.

Estas pruebas de laboratorio se realizan con unas medidas ideales en su empeño. Por ejemplo en el caso de la certificación energética en una lavadora los datos obtenidos se calculan así:

​ El índice de eficiencia energética mide el consumo eléctrico anual –incluyendo el gasto energético durante los modos de suspensión– y la energía consumida en 220 ciclos de lavado. Para los ciclos de lavado se utiliza una combinación de ciclos al 42 % de carga a 60 °C, al 29 % a 60 °C y al 29 % a 40 °C.

En casi ningún hogar los ciclos de lavado diario serían así. En nuestros hogares usamos las lavadoras a plena carga la mayoría de las veces y con hábitos de uso totalmente diferentes.

¿Como se lee la etiqueta energética?

En este ejemplo tenemos la de una lavadora donde podemos ver dividido en cuatro partes los diferentes apartados de información al usuario.

En el primero vemos los datos del fabricante y el modelo del aparato, en el segundo la clase energética que posee el Electrodoméstico. El tercero es el más controvertido y al que se le va a poner más empeño en este próximo cambio en la directiva europea. Que es el de consumo en Kilowatios hora al año.

En este apartado es donde se hace el cálculo del consumo en el ciclo que luego poco tiene que ver con la realidad y es donde van a poner el empeño desde la Comisión Europea, para buscar un método que se asemeje más a la realidad del uso real del Electrodoméstico.

El cuarto apartado son datos adicionales como son consumo de agua, capacidad de carga en kg, eficiencia del centrifugado y ruido tanto en lavado, como en centrifugado expresado en Db.

Conclusión

Si es cierto que los valores presentados en estas etiquetas son reales y totalmente certificados por laboratorios que los auditan, pero son valores tomados en condiciones idílicas de cargas, temperaturas y todo tipo de facilidades para que el aparato rinda con las mejores condiciones.

Los valores que se darían en las circunstancias de uso de cualquier hogar, serían totalmente diferentes a los que se puedan obtener en las pruebas realizadas, por lo tanto es de recibo que se modifique la forma en las que las se hacen dichas pruebas para ajustarlas más a la realidad.